Esta entrada va dedicada a todas las madres que eligen no dar el pecho y optan por la lactancia artificial o que por diversas razones no pueden amamantar a sus bebés, con cariño.
Hay muchas razones por las que una madre puede decidir no dar el pecho pero muy pocas contraindicaciones verdaderas de la lactancia materna. Todas las madres que optan por unalactancia artificial merecenel máximo respeto y apoyo, igual que las que optan por amamantar. Por eso precisamente es tan importante ofrecerles una información veraz y rigurosa sobre cómo dar el biberón para mimetizar la lactancia y así minimizar la pérdida que para cualquier bebé supone no ser amamantado.

Lo primero creo yo es entender que la lactancia materna es mucho más que leche. Es contacto, es calor, es piel con piel y cuerpo a cuerpo, son miradas. Durante las primeras semanas y meses de vida todos los bebés necesitan ese contacto estrecho con la madre, se está construyendo el vínculo que sostendrá
todo el desarrollo posterior. Cuando un bebé toma el pecho además de la leche recibe un abrazo
prolongado, es sostenido en brazos muy cerquita de la cara de su madre, puede oír el corazón y escuchar las conversaciones que tiene su madre, bien con él o ella o con otros adultos. Todo ese contacto piel con piel y esa interacción tan cercana supone un estímulo muy poderoso para el cerebro del bebé. Además de la leche que recibe, las neuronas de su piel son estimuladas y envían señales al cerebro que contribuyen a liberar aún más oxitocina y otras sustancias relajantes. Por todo ello en cada toma los bebés sienten amor y placer.

Es muy importante entender cómo funciona la lactancia para poder asegurarnos de que si un bebé va a ser alimentado con leche artificial en biberón por la razón que sea lo único que se pierda sea la leche materna, pero no toda la estimulación e interacción que proporciona la lactancia y que tanto facilita el desarrollo saludable.

«La alimentación con biberón como una herramienta para reforzar la lactancia materna», publicado en 2002 en una revista especializada, fue el punto de partida para la difusión de esta técnica, que busca recrear las condiciones de esfuerzo, estimulación y enganche que experimenta el bebé al tomar la teta. De ese modo se reducen las posibilidades de que el pequeño se confunda cuando se reencuentre con el pecho de su madre. Un primer elemento importante que se debe tener en cuenta es la tetina. Se deben evitar las tetinas llamadas anatómicas.
La tetina tiene que ser «de las clásicas, es decir, de las redondas por todos lados». Hay que procurar que sea de flujo lento, de base estrecha, blanda y de unos dos centímetros de largo, para estimular la zona de la unión entre el paladar blando y el duro, conocida como «punto».

Otro factor fundamental es lapostura al dar el biberón. El bebé tiene que estar sentado, erguido, con el torso lo más vertical posible. Es decir, pese a que se intenten reproducir las condiciones de la lactancia materna, la posición del niño tiene que ser diferente a la que adopta para tomar el pecho. El biberón, por su parte, tiene que colocarse en la posición lo más horizontal posible, para de esa forma reducir el efecto de la gravedad. El objetivo es que obtener el alimento demande al pequeño un esfuerzo parecido al que tiene que hacer cuando amamanta y que sea él quien controle la velocidad y la cantidad. Se debe dejar que el bebé realice unas cinco o seis succiones y luego quitar la tetina de la boca. Después hay que tocar con los dedos las mejillas, la nariz y los labios del niño, para estimular el reflejo de búsqueda, y cuando la boca esté abierta introducir en ella la tetina entera. El proceso se ha de repetir a demanda hasta que el pequeño no quiera más o se duerma.

Si se respetan estos criterios, tomar el biberón no será para el niño tan distinto de tomar la teta, porque, al volver al pecho materno, habrá menos dificultades tanto para él como para la madre.

Hay mamás que por la razón que sea deciden dar el biberón. También hay mamás que sienten una gran culpabilidad por no haber podido dar el pecho a sus bebés. Pero dar el pecho o dar biberón no hace que seamos más o menos madres que otras, ni mejores, ni peores.

Por alguna extraña razón asociamos dar el biberón con la lactancia artificial. Pero las mamás lactantes también dan biberón. Cuando no pueden dar el pecho porque no están por temas laborales, de salud, otros, también por alguna otra razón como bebés prematuros y protocolos hospitalarios, etc.
Así que en el biberón puede haber leche artificial o leche materna.

Aclarado este tema,¿cómo hacemos para crear ese vínculo natural, madre e hijo y dar biberón como si fuera pecho?
Como dice la doctora Ibone Olza y siguiendo como referencia un artículo que leí de ella, el pecho es mucho más que alimento. Es consuelo, amor,vínculo. Con el biberón también puedes conseguir todo esto.
 El biberón con leche materna al igual que el pecho, siempre a demanda,sin horarios y nunca se fuerza al bebé a terminarlo. Tomará la cantidad que necesite, confía en el bebé, ellos saben cuando están llenos.
 El biberón con leche de formula, se sugiere darlo cada tres horas (aproximadamente, ya que ser digerida, lleva más tiempos).
 Mantener el contacto corporal, la mirada, y disfruta de tu peque mientras le das el biberón.
 Cambiarle de lado en cada toma o en la misma toma. Como si cambiara de teta.

 Siempre debe dar el biberón la madre? Considero que es una decisión personal, de pareja.
 El peque decidirá cuando dejar el biberón, exactamente como lo haría si tomara el pecho. Por tanto el “destete” del biberón será natural y progresivo.
 La lactancia con el biberón debe ser exclusiva durante los primeros 6 meses, independientemente de si es leche materna o leche artificial lo que lleva dentro.

Dicho todo esto, no te sientas culpable por no dar el pecho, que no te hagan sentir culpable. Como ves el vínculo también se construye si se sabe cómo.
Nunca se debería forzar a dar el pecho si la madre no quiere pero tampoco a dar el biberón si lo que la madre quiere es dar el pecho. Hay que buscar todas las herramientas necesarias y mantenernos firmes en nuestras decisiones digan lo que digan. Pero sobretodo tomes la decisión que tomes recuerda que eres una buena madre, no te sientas culpable y lo que digan los demás está de más.
 Somos muchas las mamás pro teta que apoyamos a las mamás que dan biberón en vez de criticarlas. Deberíamos acabar con esta guerra absurda que no lleva a ninguna parte. ¿No crees? Hay que ayudar
más y criticar menos.

El biberón no es nuestro enemigo. Creando vínculo.
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