Se acercan los dos años de vida y ante el mínimo ademán de señalarse el pañal y emitir la “palabra mágica: caca”, se produce en la familia un revuelo general e inmediatamente se comienza a “motivar” al pequeño para que aprenda a
Se acercan los dos años de vida y ante el mínimo ademán de señalarse el pañal y emitir la “palabra mágica: caca”, se produce en la familia un revuelo general e inmediatamente se comienza a “motivar” al pequeño para que aprenda a