En Pediatria Palermo, promovemos la lactancia materna como filosofía de trabajo.
La lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida ofrece múltiples beneficios tanto para el bebé como para la mamá.
Con efectos a corto y a largo plazo, los beneficios para el bebé son: disminución de la incidencia de la aparición de las enfermedades comunes de la primera infancia, otitis, alergias, infecciones respiratorias y gastrointestinales y la gravedad de las mismas. Dentro de los efectos a largo plazo, brinda beneficios en la salud de la vida adulta, disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes tipo II.
Para la madre, se observan también efectos favorables en el metabolismo del calcio disminuyendo el riesgo de osteoporosis, mejorando la salud cardiovascular y disminuyendo el riesgo de cáncer de mama y también del cáncer de ovario, beneficios que aumentan a mayor duración de la lactancia.
Importancia de la Lactancia Materna
La lactancia materna es la forma natural de alimentar a los bebés y es importante para el crecimiento y desarrollo saludables. La leche humana es específica para la especie, producida por una madre para su bebé. Es un tejido vivo ya que contiene células vivas, algunas de ellas, los macrófagos, ayudan a controlar las infecciones destruyendo bacterias patógenas. Tiene ventajas inmunológicas, ya que la leche materna contiene anticuerpos que ayudan a proteger al bebé contra muchas enfermedades infantiles comunes ya que la madre es capaz de formar anticuerpos contra todos los microorganismos a los que ha estado expuesta y estos pasan a la leche protegiendo al bebe, es por eso que decimos que la leche humana es una vacuna.
Favorece además la maduración del aparato gastrointestinal y la flora intestinal normal con bacterias buenas, llamadas saprófitas, que previenen el desarrollo de infecciones, brinda protección también para infecciones respiratorias como bronquiolitis y neumonías, otitis, y disminuye el riesgo de padecer asma o alergias.
Tiene un alto valor nutricional, entre sus componentes se encuentran los ácidos grasos esenciales, que favorecen el desarrollo cerebral, del sistema nervioso central y la retina, brindando un mayor coeficiente intelectual.
Es fundamental para la adaptación del ser humano a la vida extrauterina, y por ello es considerada como una “placenta externa”.
Además es segura y limpia, siempre a la temperatura adecuada y está siempre disponible. Es una sustancia dinámica, ya que la composición cambia desde el principio hasta el final de la toma y de acuerdo con la edad y las necesidades del bebé.
De hecho, no existe un sustituto de la leche materna y la industria y los laboratorios no pueden igualarla.
Hoy conocemos el gran impacto de la nutrición temprana en la vida futura, y dentro de la nutrición temprana la lactancia materna tiene gran relevancia. Son importantes los efectos moduladores de la leche humana para generar respuestas inmunes, metabólicas, efectos sobre el metabolismo de las grasas y el neurodesarrollo. La leche humana como parte importante del ambiente al que el niño está expuesto tiene efectos sobre la salud y la enfermedad a largo plazo.
Lactancia y vínculo
Un vínculo es la ligazón, unión y también la dinámica de interacción entre dos personas o seres.
El vínculo con el hijo comienza a tejerse desde el embarazo y aún antes, desde la proyección y fantasía de ser padres y de desear tener un hijo. Luego múltiples factores determinan y enriquecen el vínculo: el tipo de embarazo, de parto, la historia de cada padre como hijo, y su propio vínculo. Entre todo este enjambre de determinantes, la lactancia materna es un excelente vehículo y modo de lograr múltiples contactos con el bebé. El estar cuerpo a cuerpo, en total intimidad, favorece al mismo. Y aún más, brindarle al hijo el mejor alimento que lo nutre totalmente y lo fortalece, garantizándole salud y buen desarrollo, es un elemento fundante en el vínculo. Esto no quiere decir que si la lactancia se viera interrumpida, por razones insuperables, la madre podría de todos modos lograr un muy buen vínculo con su hijo.
La lactancia implica un gran esfuerzo de tiempo, dedicación, y escasa libertad durante los primeros meses de vida del bebé. Sin embargo, la acción de nutrirlo, las miradas recíprocas, las caricias y sonidos que el bebé comienza a devolver a su madre, y el intercambio múltiple: de contacto, movimientos, sostén, calor, olor, sabor, miradas, hacen de la lactancia un valor insustituible. El orgullo de estar amamantando, el ejemplo hacia otros hijos, y el saberse única e irreemplazable refuerzan la sensación de maternidad lograda, y agregan ingredientes óptimos para el vínculo con ese bebé. El equipo pediátrico está para informar, sostener y actuar en defensa de un recurso tan rico y valioso.
A amamantar también se aprende
La lactancia es un hecho natural, porque los pechos están fisiológicamente preparados para ello, que requiere de un proceso de aprendizaje de la mamá y el bebé. La técnica de amamantar es una habilidad que se aprende y mejora con la práctica, el apoyo y la información adecuada.
- ¿Sabías que la forma de los pezones (umbilicados, planos, etc) NO DETERMINAN el ÉXITO de la lactancia?
- ¿Sabías que cuando “BAJA la leche”, y los pechos se suelen agrandar, NO ES porque se te han llenado de leche?
- ¿Sabías no es beneficioso esperar que se endurezcan los pechos entre toma y toma? (creyendo que mientras tanto se te están llenando de leche)
- ¿Sabías que una cosa es la postura de la madre y otra es la posición en que debe colocarse el bebe para amamantar?
- ¿Sabías que las cremas (por lo general) no son recomendables para las grietas de los pezones?
La Puericultora es el especialista en lactancia que brinda sostén, asesoramiento y los recursos necesarios para que puedas disfrutar al amamantar a tu bebé.
Situaciones que requieren asistencia de una especialista en lactancia
Amamantar es un proceso natural pero que puede presentar inconvenientes que pueden atentar contra su continuidad. Es importante contar con la información adecuada para superar las dificultades de cada caso. A veces puede haber reticencia, culpa o frustración para consultar sobre los inconvenientes que se presentan. El peso de mitos o falsas creencias pueden jugar aquí una mala pasada y atentar contra la continuidad de la lactancia. Es importante hacer prevalecer el deseo e interés por continuar dando el pecho y acudir a la puericultora por alternativas, técnicas y recursos para que la mamá logre una experiencia satisfactoria, saludable y sostenida en el tiempo.
- dolor en el pezón o grietas
- dolor en la mama luego de dar el pecho
- mama con signos de inflamación
- tomas muy infrecuentes por insatisfacción del bebé