El hábito de amamantar es natural y crea importantes vínculos entre la madre y el bebé. Con la llegada de las vacaciones, algunas de las preocupaciones más frecuentes entre las madres son saber si el bebé comerá durante los viajes o si podrá darle el pecho en el avión o en el transporte público de otros países.
Mantener la lactancia materna durante el verano puede parecer complicado debido a los desplazamientos que realizamos y los cambios de horarios, pero es importante recordar que « la leche materna es única y proporciona al bebé una alimentación completa que, además, se ve reforzada por propiedades únicas entre las que destacan su importante papel en la prevención de la obesidad –mediante la ghrelina y la leptina–, en la protección de infecciones –gracias a los oligosacáridos– y su irremplazable papel en el crecimiento cerebral», afirma Montse Robles, asesora de lactancia y responsable de divulgación de Medela.
«Viajar con un recién nacido puede ser una fuente de estrés para los padres y la lactancia materna ayuda a que el pequeño se relaje y se sienta reconfortado», añade. La doctora Robles aconseja seguir estas recomendaciones durante el periodo vacacional.
1. Planificar las tomas durante el viaje en coche: es importante localizar en el mapa las áreas de descanso en carretera o lugares que proporcionen el espacio suficiente para dar el pecho. Si, a pesar de tenerlo planificado, el bebé tiene hambre es importante que la madre se adapte a sus necesidades.
2. Consultar la normativa vigente sobre lactancia en las aerolíneas: informarse sobre la política de la compañía aérea respecto a la lactancia materna durante el vuelo es siempre una buena recomendación. En la mayoría de ellas hay un consenso sobre que las madres deberían poder alimentar a sus hijos sin que les pidan que se «tapen». En los controles de seguridad de los aeropuertos es necesario informar de que llevamos leche materna.
3. Conocer las costumbres de otros países: no todos los países protegen de la misma manera los derechos de las madres lactantes. Es recomendable informarse con antelación sobre las normas a seguir respecto a la lactancia materna en público en el extranjero.
4. Extraer leche y conservarla para prevenir imprevistos: los sacaleches permiten que la madre se extraiga leche con anticipación para disponer de ella cuando sea necesario. Saber cómo escoger el mejor sacaleches es importante: si la madre da leche materna con biberón 2 veces por semana o menos, lo recomendable es un sacaleches simple –manual o eléctrico–, mientras que, si esa pauta se repite con más frecuencia, lo recomendable es un extractor doble. Una nevera o bolsa térmica mantienen la leche en perfectas condiciones.
5. Preparar un «kit de supervivencia para la lactancia» para la madre: es recomendable que la madre se encuentre tranquila cuando da el pecho. Un kit de lactancia con agua embotellada, crema para los pezones y compresas de gel para los pechos cubrirá las necesidades de la madre en ese momento.
6. Preparar un «kit de supervivencia» para el bebé: una mochila con algunos elementos indispensables para mantener al bebé limpio y cómodo harán más fácil hacer frente a cualquier imprevisto –retrasos de vuelos, atascos en la carretera–. Llevar pañales y toallitas de sobra y algún juguete que guste especialmente al bebé permitirán a los padres hacer frente a cualquier imprevisto.
7. Llevar ropa cómoda para dar el pecho: Muchas madres se sienten más tranquilas si llevan un sujetador o camiseta especial de lactancia. Estas están especialmente diseñadas para proporcionar la necesaria comodidad durante la lactancia.
8. Minimizar el estrés: muchas familias planifican un sinfín de actividades (cenas, compras, viajes y encuentros familiares) que pueden resultar estresantes para la madre, y los bebés son muy sensibles a sus cambios de ánimo. Montse Robles recomienda a las madres, sobre todo si son primerizas, «que pidan ayuda, ya que las madres suelen tender a querer hacerlo todo y eso puede repercutir negativamente en su estado de ánimo».
9. Ser generosa con su aspecto: muchas madres, después de dar a luz, notan cómo ha cambiado su cuerpo. Las madres han de procurar vivir con naturalidad este momento tan especial e importante en sus vidas. Esto se hace mucho más evidente en zonas donde se tiende a exhibir más el cuerpo como la playa o la piscina. «La excesiva preocupación por nuestro estado físico puede repercutir en la cantidad de leche que genere nuestro cuerpo», afirma Montse Robles.
10. Disfrutar de las vacaciones con una alimentación equilibrada y refrescante permite desconectar y relajarnos con familia y amigos: en muchas ocasiones, nos puede apetecer tomar una copa. Montse Robles recomienda que las madres lactantes que beban una copa, hagan un banco de leche antes de beber o esperen a eliminar el alcohol de la leche materna por completo después de haber bebido. Transcurridas cuatro horas, por lo general, la madre puede dar el pecho o extraerse la leche.
(Fuente: Diario ABC.es Padres e hijos)
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