Desde el 2011 se aplica a las chicas y la estrategia se amplió este año a los varones.
Para pasarlo en limpio: si su hija tiene entre 11 y 16 años tiene que iniciar o completar el esquema de vacunación contra el VPH, al igual que si su hijo cumple 11 a partir de enero de este año. Son dos dosis separadas al menos por seis meses si la primera aplicación se da antes de los 14, sino se requiere una tercera. La vacuna también está disponible para quienes tengan entre 11 y 26 años que vivan con VIH o hayan sido trasplantados. Eso es lo que indica el Calendario Nacional.
Según el Dr. Eduardo López, Presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (Sadip), el número de varones que se vacunan es muy bajo. “Desde el punto de vista de la salud pública, estas cifras no generan impacto, sólo impacta en los que se vacunaron, pero que requieren la segunda dosis para estar adecuadamente protegidos».
Un aspecto positivo es que no hay un intervalo máximo para completar el esquema, por lo que la segunda dosis es efectiva incluso si se la aplica en forma tardía.
Sólo tres de cada diez chicos cumplieron con la primera dosis, de acuerdo a cifras del Ministerio de Salud, y en las nenas tampoco se logra el objetivo de cobertura.
Argentina fue el tercer país de Latinoamérica (después de Brasil y Panamá) en ampliar la cobertura a varones. Se busca, por un lado, disminuir la mortalidad de mujeres por cáncer de cuello de útero por efecto indirecto y prevenir en los varones otro tipo de afecciones y cánceres asociados al virus, además de contribuir a la equidad de género, ya que tanto mujeres como varones son responsables de la transmisión del virus y se benefician con la inmunización.
Para el presidente de la Sadip, se debe visibilizar el tema como una necesidad de salud pública. “Hay que implementar un verdadero programa para adolescentes, sostener campañas en los colegios y en los lugares que los nuclean (clubes, por ejemplo), e incorporar en sexto grado el tema de la importancia de las enfermedades prevenibles por vacunas.
Se aplica en forma gratuita y obligatoria en hospitales y centros públicos de salud.
Cuidar hoy a los adolescentes para que estén sanos mañana.
A los 11 años también se deben aplicar otras vacunas del calendario: triple bacteriana acelular (contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa), meningococo cuatrivalente (incluida para esta edad a partir de 2017) y recupero de esquemas de las vacunas contra la hepatitis B y triple viral (contra el sarampión, la rubéola y las paperas).
(Fuente: https://www.clarin.com/buena-