El calor y los mosquitos están estrechamente relacionados. Con la llegada de las altas temperaturas, es cada vez más común ver a estos insectos por toda la ciudad. Esto preocupa a muchas familias, especialmente aquellas con bebés y niños, que son más sensibles a las picaduras y pueden desarrollar enfermedades como el dengue, zika y fiebre en casos graves.
Las picaduras de mosquitos causan molestias debido a la picazón, enrojecimiento y hinchazón. Los bebés y niños son más propensos a rascarse en exceso, lo que puede provocar dermatitis atópica debido a su menor tolerancia a la picazón.
Sobre el uso de repelentes en bebés y niños, es importante no utilizar productos con aceite de eucalipto de limón (OLE) ni para-mentano-diol (PMD) en niños menores de 3 años, y evitar aplicar repelente en áreas con cortes o heridas en la piel.
Una medida recomendada para tratar las picaduras en bebés y niños es aplicar hielo en la zona afectada. Si la picadura está muy inflamada, recomendamos consultar al pediatra, que puede recomendar una pomada con corticoides de baja o media potencia durante uno o dos días.
Es importante vigilar el enrojecimiento alrededor de la picadura, la secreción de líquido y desinfectar la zona con clorhexidina. Ante signos de reacción alérgica como palidez o debilidad muscular, se debe acudir a una guardia.
Para prevenir las picaduras, es fundamental controlar el agua, ya que atrae a los mosquitos. Se recomienda vaciar recipientes con agua, mantener limpias las canaletas, tapar recipientes que acumulen agua, cambiar diariamente el agua de floreros y bebederos de animales, y tapar pozos ciegos para evitar la entrada de mosquitos.
Recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP)
- La Academia Americana de Pediatría recomienda que los repelentes que se usan en niños no deben contener más de un 30% de DEET (N N-diethyl-m- toluamida).
- Revisar la etiqueta del producto para encontrar información sobre cuánta cantidad de DEET contiene el repelente. Utilizar productos cuyas concentraciones no superen el 30%.
- Seguir siempre las instrucciones que están en la etiqueta del producto.
- Proteger la cuna o cochecito del bebé con redes protectoras para mosquitos cuando permanezca en exteriores.
- Cuando se usa repelente en un niño, el adulto debe aplicarlo en sus propias manos y después extenderlo sobre la piel del niño. Evitar aplicarlo en los ojos y boca del niño y usar cuidadosamente alrededor de sus oídos.
Lo que no se debe hacer, según la SAP
- No aplicar el repelente debajo de la ropa.
- No rociar productos con DEET en áreas cerradas.
- No aplicar el repelente en cortaduras, heridas o piel irritada.
- No se recomiendan los repelentes de insectos para los niños menores de dos meses de edad.
- No utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación.
- No permitir que los niños pequeños se apliquen ellos mismos el repelente.
- No aplicar el repelente en las manos de los niños (los niños podrían poner sus manos en sus bocas).
- No utilizar brazaletes que contienen repelentes químicos.
- No utilizar dispositivos ultrasónicos que emiten ondas sonoras diseñados para alejar a los insectos.
- No utilizar dispositivos ultrasónicos que emiten ondas sonoras diseñados para alejar a los insectos.