¿Por qué salen las grietas?
Amamantar no debe producir dolor. Si se siente dolor al dar el pecho, muy probablemente el bebé no está correctamente prendido al pecho y es necesario corregir la forma en que se prende y la posición en la que se lo coloca para amamantarlo.
La mama está preparada para que el bebé succione. Las grietas son heridas en los pezones y se producen cuando el bebé toma sólo el pezón, en vez de tomar con su boca el pezón más una buena parte de la areola.
¿Se pueden prevenir?
Al ser un problema “mecánico” es inútil intentar prevenir las grietas o heridas en los pezones durante el embarazo, ni con cremas, masajes o frotamientos. Y una vez que salen, no se curan con pomadas ni aerosoles.
No siempre que hay dolor hay grietas. Cuando existe dolor, habiendo grietas o no, habiéndose comprobado que la posición del bebé es correcta, que no hay problemas mecánicos de succión (frenillo corto); y si con frecuencia también duele cuando no se dá el pecho, posiblemente se trate de una mastitis (infección en pezones y conductos).
¿Es cierto que se curan aplicando la propia leche materna?
No, y no es conveniente aplicarla porque si existiera una infección bacteriana el problema puede empeorar. Muchas veces se recomienda aplicar aceite de oliva por sus propiedades antiinflamatorias y bacterioestáticas.
No es necesario ni conveniente lavarse las mamas luego de cada toma, porque eliminaría la capa de protección natural que tiene la piel del pezón y la areola, proporcionada por los puntitos abultados que salen alrededor de la areola, las glándulas de Montgomery. Éstas son las encargadas de secretar una sustancia sebácea que protege la piel de la areola y el pezón. Cada vez que nos lavamos los pechos se barre esta protección. Para mantener la higiene de la zona y personal, alcanza con una ducha diaria.
Sentir dolor al amamantar y las grietas en los pezones atentan contra la continuidad de la lactancia, dificultan una experiencia satisfactoria al dar el pecho, y pueden ser causa del insuficiente aumento de peso del bebé, porque una técnica incorrecta no permite que el bebé se alimente como necesita y además genera dolor.
Los indicadores de que un bebé se prende bien al pecho: no se siente dolor al dar de mamar, el bebé se satisface, el aumento de peso es el esperado, demora menos tiempo tomando la teta y suelta el pecho por sí mismo.