«¡Se fracturó y le pusieron un yeso!” – Pediatría Palermo

Que los chicos se caen y se golpean, no resulta ser ninguna novedad, forma parte del riesgo que conlleva la intensa actividad que despliegan.  Fracturas, luxaciones, esguinces, están siempre presentes en la fantasía de los padres, al producirse algún “golpazo”. Veremos entonces, cuales son las urgencias traumatológicas que más comúnmente ve el pediatra.

“LE HICIERON UNA PLACA Y TIENE FRACTURA”
Una de las situaciones más temidas y afortunadamente, poco frecuentes, son las fracturas  óseas. La gran mayoría son “en tallo verde” que significa que las fracturas son muy pequeñas,  casi imperceptibles, debido a que los huesos en los chicos son muy “flexibles o tiernos”.  Las más frecuentes son las de muñeca, antebrazos y pierna. Curan sin complicaciones, y en la  mayoría de los casos se inmovilizan (yeso o tutor con vendaje) para inhibir el dolor.

“SE LE SALIÓ EL CODO DEL LUGAR”
Suele pasar en chicos generalmente de 1 a 4 años, que repentinamente y sin mediar golpe  alguno presentan inmovilidad de un brazo “como si estuviera paralizado”.
Inicialmente todos piensan que es producto de un traumatismo y se suelen sacar radiografías que no muestran lesión alguna. Sucede que algunos chicos especialmente aquellos que son “laxos o flexibles”, sufren la luxación del codo o prono doloroso (dicho por los médicos), a causa de un tirón o tracción brusca de la mano sacando al codo de su lugar.
Se revierte fácilmente mediante una maniobra que los pediatras solemos realizar.

“NO PUEDE MOVER EL CUELLO”
Se trata de chicos de cualquier edad que presentan dolor y rigidez de cuello.  Es la conocida “tortícolis”, que se produce como consecuencia de la contractura aguda  de la musculatura cervical. Aparece casi siempre por la mañana (después de levantarse  de dormir), el chico evita girar la cabeza y permanece inmóvil (“se quedó duro”), para  aliviar así sus síntomas. Suele presentarse a causa de algún mal movimiento que realizó previamente y cede con calor local, reposo y analgésicos (ibuprofeno)

“RENGUEA Y LE DUELE AL CAMINAR”
En estos casos el chico presenta renguera o “cojera”, camina con cierta
dificultad, refiriendo dolor al apoyar el pié, generando la sospecha de haber tenido algún golpe allí o en la rodilla.  Se trata de la sinovitis transitoria de cadera, afección que se presenta en chicos de 3 a 8 años
y que implica una inflamación de la cadera como consecuencia de algún golpe o caída “de cola”.  El golpe impacta indirectamente en la articulación, produciendo aumento del líquido articular, da molestias y dolor al pisar y al caminar.  El diagnóstico se confirma con una ecografía y el tratamiento consiste en hacer reposo y en algunos casos en tomar analgésicos.

“LLAMEMOS AL PEDIATRA”
Como siempre decimos lo más importante, inicialmente, es mantener la calma e intentar transmitirle tranquilidad e al chico (la tensión y los nervios de los padres empeoran la situación).
En segundo lugar, tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos
pueden ser tratados por el Pediatra y es él quien en definitiva definirá la necesidad de realizar estudios complementarios, y/o de interconsultar a un Traumatólogo Infantil.

«¡Se fracturó y le pusieron un yeso!”
Etiquetado en: